El apartamento de Anya Hoffmann en Colonia abre un mundo secreto de color.
Techos altos, destaca por su elegancia de época y grandes superficies de parquet de roble, muebles pintados a mano y estanterías del suelo al techo.
La luz inunda la sala a través de grandes ventanales.
Librerías en línea de las paredes, dando a la habitación un ambiente acogedor.
Una paleta de colores vibrantes, muebles pintados a mano y los patrones llamativos están en el corazón de este impresionante apartamento.
La cocina está llena de color, la luz del sol de color amarillo, la mesa de color verde turquesa.
La cama de Anya, que ella misma diseñó, es un punto focal llamativo en su dormitorio. Ella construyó la base de DM y azulejos portugueses antes de agregar un marco de metal recuperado.
El dormitorio de la niña llena de color.
Incluso el balcón se le ha dado los colores fuertes y vibrantes patrones, creando un ambiente acogedor al aire libre.
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